
Provida y antivida.
El programa de televisión El Escarabajo Verde emitió hace poco un programa titulado La Tormenta Perfecta en el que se decía que las autoridades internacionales están tratando de advertir (sin mucho éxito) sobre el peligro de la resistencia de las bacterias a antibióticos, un tema que los científicos llevamos discutiendo muchos años.
Como síntesis hay que aplaudir un reportaje que está bastante completo ya que primero habla de los antibióticos como un gran descubrimiento y una gran herramienta para, sobre todo, el ámbito quirúrgico y luego expone el problema de las bacterias resistentes o superbacterias.
Me gustaría en esta entrada de mi blog darle otros enfoques para completar la idea cuya dirección me parece muy acertada (y esto ya es mucho decir para un programa de televisión).
Primero, el de la bacteria. No solemos darle el protagonismo a ninguna otra especie salvo que queramos hacer una película cómica (:P) pero hemos de aclarar no sólo, como dice el reportaje, que las bacterias llevan en la tierra mucho más tiempo que nosotros (por lo que lo de la mutación a antibióticos no es más que un signo de su instinto de superviviencia, no un determinado plan malévolo con ese carácter atroz que se empeñan en dibujar en la publicidad) sino que nosotros estamos hechos de ellas, esto es, de la asociación de seres unicelulares vienen los seres pluricelulares como nosotros.
Pero la cosa va más allá. También se habla de la microbiota que poseemos (creo sin usar este término, por desgracia), los microorganismos que están en nuestro cuerpo, pero se deja constancia más de lo potencialmente patógenos que pueden ser que de lo beneficiosas que ya son. Siempre he considerado fundamental el concepto de simbiosis con las bacterias como una de las 4 patas fundamentales para una buena salud y así suelo hablar del verdadero hombre simbiótico.
Dejando cuestiones económicas y más aún las políticas aparte y tratando siempre de ser lo más prácticos en este mundo tan enrevesado, podemos añadir con la idea sí expuesta de los tratamientos antibióticos a los animales que se usan para nuestro consumo, que queda patente que la menor ingesta de carne es una gran idea para nuestra salud. Y el vegetarianismo o veganismo tiene mucho sentido al menos para la mayoría de personas adultas.
Existen muchas razones para consumir menos carne, desde la contaminación ambiental hasta la tan importante acidificación de nuestros organismos, ambas tan nocivas para nuestra salud. Aquí se expone una más: poseer herramientas antibióticas en el futuro.
Finalmente, otra de las ideas más generalizables, poco o nada desarrolladas en este vídeo, es que matar no suele ser una buena opción para cambiar algo, al menos no duradera. Las mejores ideas, que hay todavía que desarrollar, están más en fortalecer y alimentar la naturaleza, nuestra naturaleza (y en ella están las bacterias, nuestra microbiota), léase prebióticos y probióticos.
Evidentemente, por razones de tiempo el documental pudiera estar algo corto pero así es la televisión; de todas formas, plenamente recomendable su visión no para crear ningún tipo de alarma, sino para desarrollar ese conocimiento, que después con la consciencia, te puede llevar a tomar ventajosas decisiones en tu vida.
¿Alguien más quiere bailar conmigo y mi microbiota?