
Empezando de nuevo con entrevistas
Bébete rápido el zumo de naranja, ¡que se le van las vitaminas! La madre o padre espeta a su hij@ empujada por su ser animal, que intuye que esto es importante y por esos conocimientos que cree haber adquirido bien. Los progenitores quieren lo mejor para sus vástagos. Lo mismo ocurre cuando les oyes gritar eso de “¡siéntate bien!”.
Si hiciéramos como en algunas series de televisión de médicos en las que después de la frase la cámara se adentra en el interior del organismo y vemos lo que está sucediendo allí; y si para que todo fuese más claro, finalmente las células se hicieran de dibujos animados como en aquella famosa serie denominada “Érase una vez la vida”, nos daríamos cuenta de lo alejados que estamos de la realidad… vital; de lo que verdaderamente sucede en nuestro cuerpo. Dados a imaginar, pensemos en poder entrevistar a algunas moléculas u órganos encargados de realizar las distintas tareas.
En el caso de la escena con nuestro zumo de naranja sería algo así, si escucháramos a distintos interlocutores internos:
-Y dale con el zumo de naranja, en esta época las naranjas todavía no están maduras. Viniendo me han comentado unas compañeras del ojo que han visto granadas en perfecto estado para esta época pero como el cerebro está… en otras cosas. ¡Como siempre! Esa sí sería una vitamina C en condiciones y si no, pregúntale a las defensas.
-Sí, sí, mucho líquido llega, sí. Todas las mañanas, sí, pero de vitamina C muy muy poca. Vienen de frutos que no han estado el tiempo suficiente en el árbol. Pero vamos, como toda la fruta y verdura, aquí de calidad no llega nada. Nosotros procesamos, es nuestro trabajo. Y sacamos todo lo que podemos pero hay poco, poco de lo que valga la pena.
-Mira, llevamos millones de años haciendo esto. Ya no sé qué generación soy porque perdimos la cuenta, lo que sí sé es que antes había lo que había cuando lo había y de ahí lo obteníamos todo. Teníamos un equilibrio con lo que nos daba la naturaleza. Pero en poco, poquísimo tiempo ha cambiado todo tanto… la mayoría de cosas que conocíamos llegan de otra forma, del revés, del microondas dicen y tenemos que hacer un trabajo para reconocerlas y aceptarlas que no es normal. Es todo muchísimo trabajo. Hay otras que antes llegaban en muy poca cantidad y ahora es que no sabemos ni dónde meterlas y, claro, causan destrozo, como no. Luego algunas ni sabemos lo que son, así que… ¡más trabajo! Busca a ver dónde va, para qué sirve… y luego llega información del cerebro de que está cansado. ¡Cansadas estamos nosotras! que más nos valdría… lo siento, pero lo tengo que decir, ser una célula no diferenciada. Ya lo he dicho.
Aunque sea imaginado en forma es muy real en contenido. En general, nos encontraríamos a unas células muy tristes y estresadas porque se ven desbordadas en la cotidianidad que vivimos. Igual que nos pasa a nosotros desde nuestro plano mental.
Ante tal escenario no nos cabe otra cosa que rendirnos o cambiar completamente de plano de acción, hacer de nuestras costumbres otras. Dicen que el mundo, el que nos aloja, está ya sentenciado y que lo único que podemos hacer es retrasar dicha sentencia. Desde la consciencia de nuestra propia naturaleza el mundo andará con nosotros. Cambiemos nosotros siempre que sea para bien, disfrutemos de ese bien en el presente, que las consecuencias lleguen y nos pillen en paz con nosotros mismos, con nuestras células.
Desde www.natursaludcadiz.es vamos a seguir haciendo camino. El primero es tomar alimentos verdaderamente naturales. Desde ahí hacia un estado de salud óptimo en todos los sentidos posibles. Por eso, éste es un proyecto docente. Que llegue a la gente a través de talleres prácticos. Que las consultas no sean “pasar la ITV”, eso ya lo hacen otros; aquí se pretende conectar con las personas que quieren cuidarse y darles herramientas de conocimiento para su vida diaria, teóricas y prácticas. Con sentido.
Sigamos con el cambio a mejor.
¿Quieres seguir bailando conmigo?