Como de un actor, preferentemente de pantallas, se tratara, el Miedo (la mayúscula por hacerle nombre propio) se está haciendo cada vez más famoso. En los medios de comunicación apareció ligado a la política y al voto y ahora… a la salud.

Realmente, como buen actor, el Miedo puede hacer grandes papeles y aunque su actuación no se adecuará a la verdad de los hechos es irrefutable su gran carisma y capacidad de arrastre de masas, dándole prioridad a su personaje antes que a la verdadera esencia de la película.

Las emociones son grandes actores y actrices y están presentes en todas las series y películas de nuestra vida. Incluso pueden llevar a la muerte a algún individuo porque les ha salido un papel más importante para otra compañía. No darles la importancia debida, aunque parezcan secundarios, no es bueno para el negocio.

Si pretendes tener éxito en la vida, además de actores y actrices, hemos de tener en cuenta muchos factores. Parece que encontrar el lugar (físico) más apropiado es primordial, que la dirección (su energía vital) ha de ser protagonista o que sin la programación (lógica y organizada) todo sería un caos; pero la labor de actores y actrices es cosa aparte.

Darles el espacio y tiempo adecuados para que desarrollen su trabajo, dejar que se expresen claramente, con mucha improvisación y libertad son claves. Así, el guión se desarrollará con fluidez y dará luz a todos los demás componentes, a pesar de tener quizá que cambiar a menudo la programación prevista, generalmente provocando un retraso que, como en toda obra de arte, se notará positivamente en el resultado diario; cuanto más tiempo y dedicación, mejor final.

Es complicado llegar a un equilibrio ya que una mayor dedicación a la obra de una vida requiere unos mayores recursos y estos no siempre los tenemos a mano. Para ello hay profesionales (asesores holísticos) que actúan entre todos los componentes aquí citados. Con su experiencia consiguen que este trabajo de la vida se haga diariamente más fluido y se pueda salir con éxito de cuantos percances puedan acontecer.

Merece la pena contar con personas así para lograr una obra de arte que merezca la pena ver, compartir y tal vez, admirar.

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